Una plaga de chinches cierra seis celdas de la cárcel de Segovia

Los representantes sindicales también se quejan de la falta de personal, que sitúan en 36 vacantes, la mitad en el área de seguridad

EL NORTE DE CASTILLA.ES – (CÉSAR BLANCO ELIPE, SEGOVIA).- Los representantes sindicales hacen hincapié en que, al panorama de saturación que padece la cárcel de Segovia, con una sobreocupación de en torno al 140% sobre las 344 celdas de las que dispone, se suma la progresiva disminución en el número de trabajadores de todas las áreas. En este sentido, preocupa mucho la falta de reposición de las plazas vacantes y la supresión de los concursos de traslados en los dos últimos años. A día de hoy, hay 36 plazas sin cubrir en el centro penitenciario de Perogordo, concreta el estudio elaborado por la Central Sindical Independiente (CSI-F). Esta cifra equivale al 12% de la plantilla real. La mitad corresponden al área de vigilancia, cuya tarea requiere el contacto directo con la población reclusa, añade el documento presentado por la organización y de cuyas reivindicaciones ha avisado a la Subdelegación del Gobierno en Segovia. Por si todo esto fuera poco, la central pone de relieve la existencia de una plaga de chinches, que ha obligado al cierre de seis celdas. La sección de la Administración General del Estado exige «una desinfección más efectiva» que abarque las estancias de todo el departamento afectado para evitar que el brote pueda extenderse. En este sentido, «la sobreocupación del centro no es la mejor aliada para ese control, ya que dificulta el tratamiento en todo el modulo». La cárcel de Segovia cumple diecisiete años y su estructura empieza a notar el paso del tiempo y «un mantenimiento muy deficiente de las instalaciones», se queja CSI-F, que pone de relieve que, de una plantilla de solo cinco personas, únicamente están trabajando tres. Once agresiones en un año Mientras tanto, «la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias sigue haciendo caso omiso y sigue sin solucionar las deficiencias que venimos denunciando, lo que ha motivado que pidamos el cese del subdirector general de Servicios», dicen fuentes sindicales. El problema de la masificación no es nuevo. Entre 2007 y 2010 se disparó la población reclusa por encima de los quinientos internos, con el correspondiente aumento de la conflictividad y de las agresiones a funcionarios. CSI-F recuerda que en un año fueron atacados once trabajadores. Uno de esos incidentes fue un apuñalamiento.

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