SUCESOS EN ZARAGOZA
Sufrió un ataque al corazón cuando una ambulancia lo llevaba a la prisión desde el Miguel Servet, donde le habían advertido de la gravedad de su dolencia.
HERALDO DE ARAGÓN (RAMÓN J. CAMPO. MARTA GARÚ).- José Manuel Collantes Sanmiguel, un histórico delincuente de 55 años, la mayor parte de ellos pasados entre rejas, murió el pasado 20 de julio en la ambulancia que le trasladaba a la cárcel de Zuera, de la que había salido un día y medio antes para ser examinado de una posible dolencia cardiaca. En el Hospital Miguel Servet le confirmaron que, efectivamente, tenía dos lesiones en el corazón de carácter muy grave, pero el interno decidió pedir el alta voluntaria y regresar a prisión.
El conductor del vehículo sanitario comunicó unos kilómetros antes de llegar a Zuera que el recluso estaba sufriendo un ataque. Nada más parar en el centro penitenciario le practicaron maniobras de reanimación en la enfermería, pero no sirvieron de nada porque el preso ya había fallecido. El centro ha abierto una investigación para aclarar todo lo ocurrido.
Politoxicómano desde joven, en los últimos años tenía muchas dolencias físicas que habían obligado incluso a amputarle las dos piernas e iba en silla de ruedas. Por su estado de salud, la mayoría del tiempo en prisión la pasaba ingresado en la enfermería. La semana del 20 de julio los servicios sanitarios decidieron enviarlo al módulo de seguridad del hospital Miguel Servet para ser evaluado por problemas de corazón. El servicio de cardiología, según fuentes penitenciarias, le comunicó que tenía dos lesiones, una muy grave y otra, crítica. A pesar de ello, optó por volver a la cárcel y pedir el alta.