Un interno de Fontcalent muere por COVID-19, el primero en las prisiones durante la segunda oleada de la pandemia

El hombre de 70 años falleció en el hospital el 7 de septiembre Se encontraba en la enfermería del centro penitenciario, que ha sido puesta en cuarentena. El interno sufría múltiples patologías previas, entre ellas una neumonía.

NIUS (RAQUEL DUVA).- Un interno de la prisión alicantina de Fontcalent ha sido la primera víctima mortal de la COVID-19 en las prisiones españolas, en esta segunda oleada de la pandemia. Tenía 70 años y sufría múltiples patologías previas, entre ellas una neumonía.

A mediados de agosto le trasladaron al Hospital de Alicante donde quedó ingresado, según ha confirmado la Secretaría General de Instituciones penitenciarias. Le hicieron las pruebas del coronavirus pero los resultados eran confusos. Primero confirmaron que era un caso positivo pero después la PCR salió negativa. El reo falleció el 7 de septiembre.

Tras practicar la autopsia al cuerpo han determinado que la causa fue COVID-19. Había estado en la enfermería del centro penitenciario, donde un médico también se ha contagiado. La enfermería ha sido puesta en cuarentena. El brote se ha seguido extendiendo por la prisión.

Según ha informado la asociación de trabajadores penitenciarios Tu Abandono Me Puede Matar, en la cárcel levantina las cifras este viernes son: 11 internos, el médico y un funcionario confirmados positivos, tres módulos confinados; aislados seis funcionarios, tres enfermeros y dos auxiliares. Dos médicos y dos auxiliares de enfermería, también están en cuarentena en sus domicilios.

Las cárceles españolas consiguieron contener al coronavirus durante la primera oleada de la pandemia. Aún así murieron tres internos y cuatro funcionarios de prisiones. En esta segunda oleada el virus está sacudiendo a estos recintos, con un riesgo muy elevado de transmisión comunitaria. Ya se han detectado brotes en 34 centros penitenciarios del estado.

Desde el pasado 11 de agosto, en las cárceles se han contabilizado tres internos y cuatro funcionarios muertos por esta enfermedad, a nivel nacional. Además se han detectado 142 internos positivos y 62 funcionarios. También confirmados un médico, una ATS, una maestra, varios agentes de la Guardia Civil que se encargan de los traslados, una limpiadora y un trabajador de mantenimiento.

En las galerías se palpa el malestar de los reclusos que temen los contagios. Muchos permanecen encerrados sin poder salir de sus celdas ni comunicarse personalmente con sus familias. Los trabajadores penitenciarios también temen la propagación. Critican que a los internos sí se les realicen las pruebas para detectar posibles casos mientras ellos deben guardar la cuarentena en sus casas sin saber si se han contagiado.

 

 

 

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