Preocupación en Bruselas por el trato que se da a los presos en algunas cárceles españolas

A pesar de que se ha mejorado en el hacinamiento y en la calidad de vida de los reclusos, el informe del Comité para la Prevención de la Tortura se muestra “seriamente preocupado” por la situación de los internos en “régimen cerrado y departamentos especiales” que sufren “bofetadas, puñetazos, patadas y golpes con porras propinados, principalmente, a modo de castigo informal tras episodios de desobediencia, violencia entre prisioneros o casos de autolesión”

DIARIO 16 (JOSÉ ANTEQUERA).- El sistema penitenciario español dista mucho de funcionar como debería hacerlo en una sociedad democrática que muestra absoluto respeto por los derechos humanos. Así se desprende de las conclusiones elaboradas por el Comité Europeo para la Prevención de la Tortura (CPT), que desde hace unos años sigue de cerca el trato que las personas detenidas reciben por parte de los distintos cuerpos policiales en nuestro país. En uno de sus últimos informes, fechado en octubre de 2016, los expertos enviados por Bruselas prestaron especial atención a la aplicación de las garantías contra los malos tratos y a los cambios efectuados en el marco legislativo sobre la detención incomunicada. Según este organismo, la gran mayoría de los internos españoles que se encuentran en módulos de régimen ordinario (entre los que se incluyen los llamados ‘módulos de respeto’) y que fueron entrevistados por la delegación europea no alegaron haber sufrido maltrato físico por parte del personal. Sin embargo, ‘sí recibimos una importante cantidad de denuncias sobre maltrato físico (respaldadas por documentos médicos) por parte de detenidos que se encuentran en los módulos de régimen cerrado y departamentos especiales’, asegura el informe. Los enviados del CPT documentaron ‘bofetadas, puñetazos, patadas y golpes con porras propinados, principalmente, a modo de castigo informal tras episodios de desobediencia, violencia entre prisioneros o casos de autolesión’. Los expertos añaden que ‘también se nos dijo que algunos de estos maltratos físicos tuvieron lugar mientras el prisionero en cuestión estaba sometido a sujeción mecánica’, es decir, herramientas para inmovilizar a los presos. El CPT está seriamente preocupado por la gravedad de estos hechos y recomienda que los directores de los centros penitenciarios ‘lleven a cabo una mayor supervisión del personal y se garantice que las quejas presentadas por los detenidos sean investigadas de modo eficaz’, añade el dosier. Asimismo, el CPT recuerda que el personal sanitario tiene el deber de registrar de forma precisa toda lesión que observe en los presos y que sea ‘indicativa de maltrato físico’ por parte del personal, e informar de ello a las autoridades judiciales competentes. (DOCUMENTO COMPLETO EN PDF ADJUNTO)

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