Música para aliviar la condena

La Federación de Coros de la Región de Murcia busca financiación con la que poner en marcha un grupo vocal con los reclusos de la cárcel

LA VERDAD.ES – (JORGE GARCÍA BADÍA, CAMPOS DEL RÍO, MURCIA).- Cantar para evadirse de una rutina diaria que transcurre entre rejas. «Llevo quince años trabajando con presos y pensé que la música podría tener efectos beneficiosos para ellos», resume la secretaria de la Federación de Coros de la Región (Fecorem), Luz García-Servet, a la sazón, creadora del proyecto ‘Saca la voz de la prisión’, con el que Fecorem pretende crear un coro penitenciario compuesto por reclusos de la cárcel de Campos del Río. «Es la primera vez que se plantea una idea así en la Región», afirma. El motivo de que la federación haya escogido la cárcel de Campos del Río se debe a que «necesitamos voces masculinas y femeninas y en Sangonera la Verde solo hay hombres». La idea es seleccionar a un grupo mixto, de entre 30 y 50 presos, pero para que se lleve a cabo el ‘casting’ musical entre los reos hace falta financiación. «Si no conseguimos 9.500 euros no podemos hacer nada», apunta la secretaria de Fecorem y directora de este proyecto social. Con ese dinero se financiaría esta iniciativa, cuya duración es de ocho meses y que incluye clases de tres horas a la semana, bajo la batuta de Juan Manuel Hermosilla, treinta instrumentos para los miembros del coro, vestuario y montaje del material. «A los patrocinadores que aporten financiación les ofrecemos a cambio toda la publicidad que llevará aparejado el concierto que queremos celebrar en el Auditorio Víctor Villegas de Murcia». La guinda a esta iniciativa sería la actuación de los reclusos en el ciclo ‘Coros en el Auditorio’, que organiza Fecorem. De momento, para alcanzar la cifra de 9.500 euros han presentado el proyecto a los ayuntamientos de Murcia y Campos del Río, así como a la Universidad Católica de San Antonio y grandes empresas. «También lo hemos incluido en los presupuestos participativos de la Comunidad Autónoma». En el dosier remitido a instituciones públicas y privadas, Fecorem reconoce que pueden pensar que «hacer llegar la música a la cárcel y a sus internos es una pérdida de tiempo», pero añade que «la gran motivación de este proyecto es la creencia de que la música puede tener un efecto sanador y en algún caso de reinserción social». Luz es funcionaria en el juzgado de Vigilancia Penitencia y lleva dos años comprobando en su propia piel los efectos que tienen las notas musicales en su vida, gracias a su labor como contra-alto en la federación. «La música me sirve para equilibrar con algo bonito la dosis diaria de realidad de mi trabajo». La federación ha habilitado un número de cuenta bancaria para buscar donativos (ES 151491 001 2830 0007 6117) y un ‘e-mail’ para todos aquellos que quieran más información sobre esta iniciativa (fecorem@fecorem.es). «Estamos abiertos a todo aquel que quiera dar una pequeña contribución. Se trata de un proyecto educativo dirigido a un sector de exclusión total; pretendemos llevar la cultura a la prisión. El mundo coral puede ser bueno para la autodisciplina de los presos porque tienen que obedecer al director y les puede reconfortar a nivel emocional».

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