ABOGACÍA.ES – (BLOG PENITENCIARIO, JULIÁN CAZORLA).- Hace unos meses tuve noticia de un estudio de la Red de Organizaciones Sociales del Entorno Penitenciario (ROSEP) que sitúa la tasa de encarcelamiento de España, en consonancia con el progresivo endurecimiento que experimentan las penas tras cada sucesiva y habitual reforma del Código Penal, en un 32% por encima de la media de los países europeos. Este porcentaje se eleva hasta un 50% sí se toma como referente países como Finlandia y Suecia. Paralelamente a este incremento temporal de las penas privativas de libertad, y siguiendo las conclusiones del precitado estudio, en los últimos 13 años se ha producido un leve descenso de la tasa delictiva en nuestro país. Si embargo, pese a que la tasa de delito española es un 27% menor que el promedio de la Europa de los 15 (Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, España, Francia, Portugal, Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Reino Unido y Suecia), y ocupa el tercer puesto en el ránking de los países más seguros, España encarcela a 133 personas por cada 100.000 habitantes. Es decir, el doble que Finlandia, Suecia o Dinamarca; además, la media de las condenas en España es de 18 meses, mientras que en el conjunto de Europa es de 7,1. En la actualidad, las prisiones españolas albergan a 59.747 personas y en el supuesto de que la tasa de encarcelamiento se acomodase a la de criminalidad, esta cifra se reduciría a la mitad. Por último, y a modo de guinda que corona un agrio pastel, una de cada cuatro personas internas en prisión, un 25,6% para ser exactos, tiene problemas de salud mental, porcentaje que se dispara hasta el 50% si se tienen en cuenta los casos con antecedentes de abuso o dependencia de las drogas. TEXTO COMPLETO EN ARCHIVO .PDF ADJUNTO
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