FAMILIAS CONTRA LA CRUELDAD CARCELARIAS.- A continuación, la versión en castellano de un artículo nuestro publicado en catalán en la página web de La Directa. En él se explica con cierto detalle cómo nos ha afectado la huelga a las personas presas y a sus familias, se discuten los principales argumentos de los carceleros huelguistas, se denuncia, entre otras cosas, que hayan elegido como medio de presión provocar, maltratar y perjudicar a la gente presa y a sus familiares. LA HUELGA DE LOS FUNCIONARIOS DE PRISIONES PISOTEA LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS PRESAS Y DE SUS FAMILIAS Como sabe todo el mundo, ya que la práctica totalidad de los medios de comunicación llevan muchos meses aireando exhaustivamente sus argumentaciones, los funcionarios de la Secretaría General de Instituciones Penitencarias -excluidos, por tanto, los que están a las órdenes de la Generalitat- han realizado, en octubre y noviembre, seis jornadas de huelga general. Para los convocantes, un ‘éxito’, con alto porcentaje de participación. La culminación de una campaña propagandística y de movilizaciones, que ha ido in crescendo durante el último año y medio. O de su primera etapa, ya que piensan seguir por el mismo camino mientras no se atiendan sus demandas. Los portavoces de sus sindicatos -ACAIP, CSIF, CCOO, UGT y CIG- dicen que, desde que empezaron los recortes por la crisis, su vida es un ‘calvario’, que su situación laboral es precaria y su sueldo escaso, que sus plantillas están mermadas, envejecidas y poco formadas y, sobre todo, que han aumentado desmesuradamente las agresiones de la población encarcelada hacia ellos. Exigen, entre otras cosas, aumento de sueldo, incremento de las plantillas, reactivación del protocolo contra esas supuestas agresiones aprobado por el anterior gobierno, y que se les considere ‘agentes de la autoridad’. ‘Estamos pidiendo al Gobierno que nos ampare, que nos proteja’, dicen. ‘Como faltan funcionarios, el servicio público penitenciario se deteriora, se controla peor a los internos y hay más agresiones’. Se presentan como víctimas de la violencia de las personas presas. ‘Tu abandono me puede matar’, rezan algunas de sus pancartas. TEXTO COMPLETO EN PDF ADJUNTO
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