La Generalitat no activó ningún protocolo para prevenir el suicidio de Raquel, presa en aislamiento en la cárcel de Brians I, a pesar de que manifestó que se quería quitar la vida

FAMILIAS FRENTE LA CRUELDAD CARCELARIA.- Raquel E.F, de 38 años, madre de dos hijos, estaba presa en el Departamento Especial de Régimen Cerrado (DERT) de la prisión de Brians I’. Apareció’ muerta el 11 de abril de 2015. Las autoridades responsables dicen que ‘se suicidó’. Llevaba más de siete meses en régimen de aislamiento, tan destructivo en Cataluña como en el resto del territorio dominado por el Estado español o en cualquier otra parte. 21 horas al día encerrada en una celda, sufriendo repetidamente la violencia de los carceleros, como reconocen los propios informes oficiales, donde consta que se le había aplicado ‘contención mecánica’ al menos en once ocasiones. Violentada, humillada, atada de pies y manos a una cama durante horas, sin ser desatada ni siquiera para hacer sus necesidades, teniendo que hacérselas encima… ya conocemos el cuadro. Había intentado varias veces acabar con su propia vida, la última el 5 de abril, justo después de sufrir uno de esos episodios de violencia, y había dejado claro que sentía fuertes impulsos suicidas. Pero la autoridad responsable no consideró necesario aplicarle ningún ‘protocolo’ preventivo y mucho menos sacarla de una situación tan cruel, inhumana y degradante como la que se le había impuesto. Ante todo ello, su familia entabló acciones legales, entre ellas una ‘reclamación patrimonial’ contra la Generlitat de Cataluña, a la que consideran responsable de la muerte de Raquel. El semanario barcelonés La Directa ha publicado una crónica del juicio correspondiente, firmada por Sonia Calvó y Joao Francia y cuya traducción al castellano ponemos a continuación. En las declaraciones de los testigos durante el juicio por el suicidio de Raquel E.F., una de las funcionarias recuerda como la interna manifestó que ‘no quería vivir’ y el jefe de unidad se contradice sobre si conocía sus conductas autolesivas. Los funcionarios han declarado que las autolesiones son habituales entre los presos y lo hacen ‘si están muy nerviosos o como forma de relajarse o para llamar la atención’. ‘Decía ‘no quiero vivir’, quería hacerse daño y la llevamos a aislamiento provisional’, recuerda la funcionaria 373 de la prisión de Brians I en relación a una situación conflictiva en la que intervino con la interna Raquel E.F. Este martes se ha celebrado en la Ciudad de la Justicia la segunda sesión del juicio por la muerte de Raquel EF, que se quitó la vida el 11 de abril de 2015 después de seis meses en el Departamento Especial de Régimen Cerrado ( DERT). Ahora la familia reclama una reparación patrimonial de 19.172,54 euros a la Generalitat por esta muerte bajo su custodia. Durante la vista, los responsables de la prisión han asegurado que no activaron el protocolo de prevención de suicidios porque no consideraron que los indicios que daba Raquel E.F. lo hicieran necesario. Sólo han comparecido de forma presencial en la Ciudad de la Justicia el que entonces era el director de Brians I, Juan Carlos Navarro, el psiquiatra que hizo el seguimiento del caso, Oscar Sanz, y el jefe de la unidad donde se encontraba. El resto de testigos han comparecido por videoconferencia desde los centros penitenciarios de Brians I y los juzgados de Lleida. En la mayoría de casos, han declarado no recordar el detalle de las diversas intervenciones en que Raquel E.F. mostró conductas autolesivas o denunció maltrato. ‘Es un gran paso en el proceso de verdad y justicia para el caso de Raquel pero también por el resto de casos de muertes en prisión, porque han tenido que comparecer hasta catorce personas para explicar qué pasó ese día y por qué se metió la Raquel en este callejón sin salida y no se reaccionó en ningún momento ‘, valoró el abogado de la familia, Andrés García Berrio. (DOCUMENTO COMPLETO EN PDF ADJUNTO)

Documento PDF:
Ir arriba