Contempla llevar al consejo de ministros en unas semanas el plan del centro penitenciario.Las reducidas dimensiones de este equipamiento modular que no supera las 300 plazas le otorga un rasgo singular y “único” en el Estado
DIARIO DE NOTICIAS DE GIPUZKOA (JORGE NAPAL).DONOSTIA- El nuevo centro penitenciario que se levantará en terrenos de Zubieta sigue presente en la agenda. El Gobierno central tiene previsto llevar al consejo de ministros durante las próximas semanas la revisión del plan redimensionado que responde a las nuevas necesidades de la población reclusa de Gipuzkoa, cuyo visto bueno supondrá la activación de un proyecto cuya tramitación había quedado estancada. Según fuentes del Ministerio del Interior, se está diseñando un equipamiento ‘único’ en el Estado debido a sus reducidas dimensiones (no más de 300 plazas), por debajo de la capacidad de centros penitenciarios próximos al territorio, como es Zaballa (Nanclares, Álava), con 720 celdas y preparado para acoger a millar y medio de presos, e Iruñea, donde entran 700 reclusos. Este proyecto ‘preferente’ para el Ministerio del Interior pone de manifiesto la necesidad de abrir una cárcel ‘pequeña’ para internos de segundo grado que sustituya a la vieja prisión de Martutene. Hay un compromiso de inmediatez al respecto. Pero el cierre del vetusto presidio solo tendrá lugar una vez ultimada la nueva instalación. Aunque se quiere acelerar en todo lo posible la tramitación, la obra requerirá de un plazo aún por determinar que puede oscilar entre uno y dos años. Junto a la cárcel de Zubieta se construirá un Centro de Inserción Social (CIS) para los terceros grados, que permitirá el cumplimiento de medidas alternativas a la penas privativas de libertad. INMINENTE. La principal novedad estriba en la fecha de comienzo de las obras. Es necesario para ello el visto bueno que el consejo de Ministros debe dar al nuevo diseño. El Gobierno prevé abordar esta cuestión de manera inminente. La decisión se enmarca dentro del plan de elaboración y amortización de centros y establecimientos penitenciarios que está elaborando el Ministerio del Interior. Según explican las mismas fuentes, es el SIEPSE, la sociedad estatal competente, la que está elaborando el modelo de prisión modular que permite una mayor separación de los reclusos, donde cada uno dispondrá de su propio espacio, incluyendo a su vez espacios comunes. ‘Nuestra intención es que esta cuestión se aborde cuanto antes’, subrayan las mismas fuentes. El plan no empezará de cero. Entre otras cosas, porque ‘ya se comenzó a realizar el movimiento de tierras’. El objetivo, como detallan fuentes consultadas, pasa por recuperar el proyecto centro Norte III, cuya licitación estaba prevista hace dos años. La tarea que aguarda a partir de ahora es redimensionarlo, algo que compete al SIEPSE, organismo dirigido por Mercedes Gallizo, que tan bien conoce la cárcel de Martutene y las necesidades de los reclusos tras su paso por la dirección general de Instituciones Penitenciarias entre 2004 y 2008. El último proyecto, que servirá como referencia aunque será modificado, contemplaba la construcción de la prisión sobre una parcela de 287.772 metros cuadrados, con seis módulos residenciales, uno polivalente y medio millar de celdas. La nueva infraestructura tendrá, en cambio, entre 200 y 300, lo que le otorga al de Zubieta ese rasgo singular respecto al resto de equipamientos repartidos en el Estado. El Ministerio del Interior entiende que abrir un centro de inserción social junto a uno penitenciario satisface las necesidades del territorio. Las demandas transitan por dar respuesta a los penados clasificados en tercer grado, que serán atendidos en el CIS. Las dudas se planteaban con los presos preventivos y los clasificados en segundo grado, cuyo futuro había quedado en el aire hasta fechas recientes. Se trata de un número significativo, en torno a 200 cada año. ‘Siempre hemos entendido que esas necesidades se tenían que cubrir desde Gipuzkoa, teniendo en cuenta que tiene una población de más de 720.000 habitantes, y además siempre ha contado con un centro penitenciario en torno al cual se ha construido una red social y de apoyo médico y terapéutico’, sostienen fuentes judiciales. La decisión tomada tiene también enorme influencia desde el punto de vista de la asistencia letrada. Sobre todo en relación a los reclusos que están en situación de prisión provisional y que tanto necesitan la comunicación directa con los abogados. ‘Un eventual traslado a Zaballa iba a provocar dificultades muy significativas desde el punto de vista de derecho a la defensa’, sostienen las mismas fuentes.