El Lute: ‘Pasé muchos años intentando matar al Lute’

EL MUNDO.ES – (TERESA LÓPEZ PAVÓN).- Condenado a muerte, luego a cadena perpetua, Euleterio Sánchez, El Lute, pasó finalmente 18 años en las cárceles franquistas donde encontró la redención en unos libros infinitos a los que les faltaban las hojas del comienzo y del final. Un comisario le puso el alias con el que copó las páginas de sucesos; un dirigente comunista le enseñó a sentirse libre dentro de prisión y un productor musical lo elevó al número 1 de las listas de éxito europeas: ‘Ha habido muchos Lutes a lo largo de mi vida’. Nunca se reconoció en ese nombre porque nunca fue un mote familiar. A Eleuterio Sánchez Rodríguez (Salamanca, 1942) le decían en su casa Terio o Luterio, que era más fácil de pronunciar que el nombre de pila que le pusieron porque así se llamaba su padrino. Fue el policía que redactó la nota informativa tras su detención por el atraco de una joyería de la calle Bravo Murillo de Madrid el que lo bautizó como El Lute. A los calabozos de la Dirección General de la Seguridad Social (DGS) en la Puerta del Sol (donde hoy tiene su sede la Presidencia de la Comunidad de Madrid) entró Eleuterio Sánchez un día de mayo de 1965 y, dos semanas después, salió camino de la cárcel, flamante, El Lute, estrenando ya hechuras de personaje. ‘El agente que redactó aquella nota debió pensar que un delincuente no lo es del todo si no tiene un alias y él mismo decidió cuál era el mío’, reflexiona 52 años después, apurando un agua tónica en el restaurante Casa Ramos de Niebla, el pueblo de Huelva donde vive desde hace una década y a donde se mudó tras enamorarse de Teresa, una maestra con la que desde entonces comparte su vida. ‘Ha habido muchos Lutes a lo largo de mi vida’. Y de casi todos ha renegado siendo ya un hombre diferente, plenamente reconstruido tras pasar 18 años en prisión. Hoy, 36 años después de obtener el indulto que firmó el ministro Francisco Fernández Ordóñez en 1981, se sienta delante de la periodista a responder a las mismas preguntas tantas veces repetidas, resignado a que su biografía siga generando interés en las audiencias. ‘Estuve años intentando matar al Lute. Yo abominaba del Lute’. Hoy se muestra mucho más reconciliado con el mito, satisfecho de que los años hayan transformado el perfil novelesco del que fue el delincuente más buscado por la Policía española en los tiempos de Franco en un ‘símbolo de resistencia, de dignidad y de perseverancia’. (…) ENLACE EXTERNO A LA ENTREVISTA COMPLETA

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