El inmovilismo como política de Estado frente al conflicto vasco

No nos encontramos ante una transacción, ni ante ninguna negociación por parte de ETA, que es como lo quiere presentar ante la opinión pública el Gobierno. Se trata de un órdago al Gobierno para que podamos avanzar hacia la convivencia pacífica

EL DIARIO.ES – (PILAR EIRENE DE PRADA).- La decisión de entrega unilateral de las armas por parte de ETA, por mucho que se pretenda devaluar -por haber sido forzada por el acoso permanente de la policía francesa y española y por ser tardía- debería producir efectos tangibles en relación con el conflicto vasco. Aunque según el tradicional esquema Rajoy de no ver los problemas, y en todo caso dejarlos dormir a la espera de que se resuelvan solos o en su defecto se los resuelva otro, lo cierto es que afortunadamente la sociedad civil vasca en su mayoría ha sabido salir adelante, ocupando el vacío de un Gobierno central que no asume que nos encontramos inmersos en un proceso transicional, y tomando la iniciativa en distintos frentes para superar los traumas de la división y enfrentamiento agudo y violento del pasado para lograr una paz duradera, sostenible e inclusiva. Pero es necesario dar más pasos para avanzar y profundizar en la reconciliación y la convivencia pacífica. Caminar para hacer posible la superación de los traumas y emociones íntimamente ligados a los episodios de violencia como el odio o el rencor y que provocaron a lo largo de décadas de violencia la deshumanización del ‘otro’ y sumieron a la sociedad en una profunda polarización. Y es que es la única fórmula para desactivar aquellos factores o elementos que puedan estar permanentemente realimentando el conflicto y el enfrentamiento (aunque ya no sea a los mismos niveles que en otros momentos) y de esta manera cerrar definitivamente el ciclo de violencia. (…) TEXTO COMPLETO EN ARCHIVO .PDF ADJUNTO

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