Tres reclusos se quitaron la vida en 2017; se investiga la muerte de un interno que estaba en aislamiento sin valoración psicológica
LAVERDAD.ES (JAVIER PÉREZ PARRA).- El Defensor del Pueblo advierte en su último informe anual, hecho público ayer, del elevado número de fallecimientos en la prisión de Campos del Río, con tasas que se sitúan por encima de lo esperado. Especialmente llamativa es la cifra de suicidios. En concreto, en 2017 se registraron, según se destaca en el informe, seis defunciones en Murcia II-Campos del Río: tres por causas naturales y tres por suicido. El defensor subraya que el número de muertes ‘ha sido mayor que los casos esperados’ tanto en esta prisión como en otras seis cárceles españolas. No se trata, en todo caso, ‘de una desviación que resulte estadísticamente significativa’, pero pese a ello ‘se ha considerado destacar estos centros penitenciarios concretos’. Así, el Defensor hace referencia a las prisiones de A Lama (Pontevedra), Albolote (Granada), La Moraleja (Palencia), Madrid VI-Aranjuez, Málaga, Valencia, Sevilla II-Morón de la Frontera y Murcia II-Campos del Río. En todos los casos se superaron los cinco fallecimientos en 2017, si bien Murcia lidera el número de suicidios. En concreto, tres reclusos se quitaron la vida en la cárcel de Campos del Río. El Defensor mantiene abierto un expediente por el suicidio por ahorcamiento de un recluso de Campos del Río que tuvo lugar ‘mientras el interno se encontraba sometido a medidas limitadoras de su régimen de vida’. Según se recoge en el informe, ‘parece que tales medidas fueron acordadas sin contar previamente con una valoración médica o psicológica del estado del interno, quien tampoco habría sido visitado por el médico o técnicos del equipo durante el periodo que permaneció aislado’. Estrategia contra el arruí Por otra parte, el Defensor pide una estrategia contra el arruí en Murcia, como especie invasora, según recoge Europa Press. La institución solicitó en 2016 al Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente que elaborase una estrategia nacional al comprobarse que la proliferación de esta especie también afectaba a otras comunidades como Andalucía y Valencia.