LA VANGUARDIA (EFE. REDACCIÓN. Barcelona).- El nuevo curso escolar 2020-2021 en las prisiones, que se ha adaptado a las medidas de prevención contra el coronavirus, comenzará el próximo lunes 21 en los nueve centros penitenciarios catalanes, donde impartirán clase a los reclusos 150 docentes.
Según informa este viernes el departamento de Justicia en un comunicado, la próxima semana se retomarán las clases en las prisiones catalanas, que quedaron suspendidas presencialmente el pasado 12 de marzo, poco antes de que se decretara el estado de alarma por la pandemia de la COVID-19.
En este curso, la vuelta a las clases de los internos está condicionada por las medidas de seguridad que han diseñado conjuntamente la consellería de Sanidad y la de Justicia, siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias para evitar los contagios.
Así, los alumnos irán a clase siempre con los compañeros del mismo módulo, de manera que en ningún caso se mezclarán con otros reclusos, y la actividad docente se llevará a cabo principalmente en aulas habilitadas en los diferentes módulos de la prisión con profesores asignados a cada uno de ellos.
Una parte de la formación se impartirá también en los espacios educativos de las escuelas de adultos, a los que se desplazarán los internos de un mismo módulo por turnos y días, sin que haya intercambio entre diferentes unidades.
Además de la obligatoriedad de la mascarilla y de la limpieza de manos, los espacios se ventilarán antes de que comience cada actividad, y se hará tres veces al día.
Por otro lado, las aulas tendrán un aforo del cincuenta por ciento de su capacidad para mantener la distancia de seguridad de un metro y medio entre los asientos, colocando el mobiliario a tal fin.
En cuanto al material docente que sea compartido por los alumnos, se tendrá que desinfectar antes y después de cada uso.
En las prisiones catalanas estudian más del sesenta por ciento de los internos y, el año pasado, se matricularon casi 4.000 presos en los diferentes cursos que se imparten en las escuelas de adultos de los centros penitenciarios. EFE