Así se deteriora el cerebro de una persona en aislamiento penitenciario

DERECHOS Y LIBERTADES

Sobre la base de los importantes efectos psicológicos que produce, consideramos que el aislamiento por períodos superiores a 15 días debe ser eliminado, explican los neurólogos Richard Smeyne y Michael Zigmond.En España, el aislamiento puede llegar hasta los 42 días o ser indefinido en casos especiales, a pesar de que la ONU que recomienda un máximo de 15 días.El aislamiento es un factor de riesgo de muerte prematura similar al del consumo de drogas y superior al de la obesidad, según una revisión de estudios

ELDIARIO.ES (TEGUAYCO PINTO).- ‘La gente me pregunta si estoy loco o no… No me volví psicótico, pero si pasas 23 horas al día en una celda de 2 por 3 metros, da igual el aspecto que tengas por fuera, no estarás cuerdo’. En 1973, el preso Robert King entró en una celda de aislamiento de la penitenciaría Angola, en Louisiana (EEUU). No volvería a salir hasta 2001, casi tres décadas después. El pasado 4 de noviembre, King ofreció su testimonio en una de las ponencias de la reunión anual de la Sociedad Americana de Neurología, una presentación en la que varios investigadores mostraron sus resultados sobre el impacto del aislamiento en el cerebro de los presos. La ponencia se anunció con un pequeño texto en el que se aseguraba que, ‘como animales sociales, nuestra salud depende de la interacción con los demás, sin embargo, millones de personas sufren de aislamiento crónico, del cual el aislamiento penitenciario es un ejemplo extremo’. En la actualidad, miles de personas en todo el mundo sufren este tipo de aislamiento y se estima que solo en EEUU hay unas 80.000. En España, más de 2.000 presos pasan cada año por este castigo y más de un centenar permanecen aislados más de 21 horas al día de forma indefinida. La preocupación por la salud de los presos en aislamiento no es nueva, ya en 1842, durante su viaje por EEUU, Charles Dickens visitó una prisión y describió a los presos en aislamiento con ‘tics nerviosos, dificultad para fijar la mirada o para mantener una conversación, postura acobardada y nerviosismo’. Al terminar la visita, el escritor inglés describió el aislamiento como una ‘lenta y diaria manipulación de los misterios del cerebro’ y concluyó que era algo ‘inconmensurablemente peor que cualquier tortura del cuerpo’. Más allá de las licencias literarias de Dickens, sus observaciones no estaban muy desencaminadas. Varios estudios publicados durante los últimos años han demostrado que el aislamiento puede generar importantes problemas de salud incluso en los reclusos que empiezan el aislamiento en buen estado. ‘Gracias a muchos estudios sabemos que el aislamiento induce una serie de cambios psicológicos que van desde la depresión hasta la psicosis’, explican a eldiario.es los neurólogos Richard Smeyne y Michael Zigmond, dos de los ponentes que participaron en la sesión junto a King. Daños en el cerebro de las personas aisladas Sin embargo, más allá de los importantes problemas psicológicos que el aislamiento puede generar, los investigadores también creen que la falta de interacción social puede provocar un deterioro del cerebro. ‘Aunque no podemos observar directamente los cerebros de estos individuos, podemos inferir cambios basados en los efectos que vemos en estudios en animales’, explica Smeyne, director del Centro Integral sobre la Enfermedad de Parkinson de la Universidad Thomas Jefferson (EEUU). A través de sus investigaciones en ratones, Smeyne y Zigmond han observado ‘cambios en la estructura de las neuronas y una reducción del volumen de las mismas de alrededor del 20%’ en tan solo un mes de aislamiento. Si el confinamiento se prolonga hasta los tres meses, ‘estos cambios progresan hasta alcanzar una pérdida de aproximadamente el 20% de la región de contacto sináptico de la célula nerviosa’, aseguran ambos investigadores. (DOCUMENTO COMPLETO EN PDF ADJUNTO)

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