Alarma en la cárcel de Badajoz tras la muerte por suicidio de otros dos presos

El lunes se quitó la vida presuntamente un recluso de origen árabe y el martes un ciudadano rumano, casos que se suman al ocurrido el 16 de marzo

HOY.ES (E.F.V.) Dos presos que permanecían recluidos en el centro penitenciario de Badajoz han perdido la vida esta semana. El primero murió por ahorcamiento el lunes por la tarde en una celda de aislamiento y pocas horas después fue hallado en parecidas circunstancias un segundo interno en un módulo distinto. La Delegación del Gobierno en Extremadura trabaja con la hipótesis de que ambos se suicidaron. Con sus muertes, son ya tres los «fallecimientos voluntarios» que se han registrado en la cárcel de Badajoz durante las últimas cuatro semanas, cifra que incluso podría haber sido superior de consumarse otros dos intentos de suicidio que fueron abortados por los funcionarios de prisiones. Los dos sucesos de esta semana fueron confirmados ayer por la Delegación del Gobierno en Extremadura, desde donde no se ofrecieron detalles de lo ocurrido por estar en investigación. Fuentes penitenciarias consultadas por HOY han explicado que el interno que murió el lunes es un ciudadano de origen árabe que en días pasados había sido llevado a una celda de aislamiento por intentar agredir a un funcionario. En condiciones normales, ese recluso compartía celda con otro preso, pero después de protagonizar ese episodio se encontraba aislado en una celda. Fue allí donde, según se deduce de la investigación, se quitó la vida por ahorcamiento. Los funcionarios se percataron de lo que ocurría en una de sus rondas de vigilancia y rápidamente lo llevaron a la enfermería pues creían que todavía estaba vivo. Pero los servicios médicos de la prisión no pudieron salvarle la vida y terminó falleciendo. Tenía entre 35 y 40 años de edad. Su muerte causó una honda preocupación entre los funcionarios de la prisión. Aún estaba muy reciente la muerte de otro recluso de 32 años de edad que supuestamente se quitó la vida el pasado 16 de marzo cuando se encontraba solo en una celda. Pero la preocupación se tornó en incredulidad cuando el martes por la mañana se descubrió que durante la noche se había ahorcado un tercer preso. En este caso se trataba de un joven de nacionalidad rumana de unos 30 años de edad que, según las primeras hipótesis, también se colgó en su habitación. Este tercer fallecido iba a ser trasladado durante el día de ayer hasta Figueras en un viaje del que ya había sido informado. Al parecer, tenía que asistir a un juicio. Aunque no han trascendido de forma oficial las circunstancias de estas tres muertes, las fuentes consultadas por HOY señalan que lo habitual en estos casos es que los reclusos se quiten la vida anudándose una sábana al cuello. La primera muerte se produjo en una celda del módulo dos. La segunda, en una celda de aislamiento. La tercera, en el módulo seis. Dos intentos abortados A estos tres episodios se suman otros dos intentos de suicidio ocurridos durante los últimos días en la cárcel de Badajoz. El primero ocurrió el 20 de febrero y el buen hacer de los funcionarios logró evitarlo. El segundo tuvo lugar el 4 de abril y los funcionarios también actuaron con rapidez para evitar otra «muerte voluntaria». Lo ocurrido en la cárcel de Badajoz no tiene precedentes en el centro penitenciario pacense. «En ocasiones se ha producido algún suicidio pero nunca habíamos vivido una situación así. Ahora mismo hay psicosis entre los funcionarios por temor a que se repita, no sabemos si ha influido el efecto imitación», confiesa una de las fuentes consultadas por este diario. Las tres muertes ocurridas en la prisión durante las últimas cuatro semanas han provocado una honda preocupación. Los tres casos han sido investigados por la Policía Nacional y también ha sido informado el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria.

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